La basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, recibe anualmente a más de 15 millones de feligreses, lo que le convierte en la segunda catedral más visitada del mundo, solamente después de la basílica de San Pedro, en Roma.
Según la tradición cristiana la Virgen María se le apareció en 1531 al indígena chichimeca Juan Diego, al pie del Cerro del Tepeyac, en la actual Ciudad de México, el 12 de diciembre. En dicho lugar se edificó la antigua basílica de Guadalupe, entre 1695 y 1709.
Debido al progresivo hundimiento de la Antigua Basílica de Guadalupe y con la intención de recibir a más fieles, entre 1974 y 1976 se construyó la Nueva Basílica, al sur del Cerro del Tepeyac.
Hermoso atardecer en el Cerro del Tepeyac.
El turismo religioso mueve a cientos de millones de personas anualmente, constituyendo una oportunidad para quienes sepan cómo aprovecharla, identificando, diseñando y ofreciendo servicios y productos turísticos dirigidos a este sector tan importante globalmente.
México se ubica entre los diez primeros lugares de los países con mayor turismo religioso en el mundo, con una derrama económica de más 10,200 millones de pesos al año.
Anualmente unos 20 millones de peregrinos visitan la Basílica de Guadalupe, de los cuales cerca de nueve millones lo hacen en los días cercanos al 12 de diciembre, lo que constituye un fenómeno social y cultural muy destacado.
Ya sea por su origen enigmático, por la fe que el pueblo mexicano le prodiga o por la gran tranquilidad y esperanza que su imagen irradia, la Vírgen de Guadalupe es, hoy por hoy, uno de los máximos cultos de México y América Latina, así como el más destacado referente del turismo religioso.