El primer lunes de octubre de cada año se conmemora El Día Mundial del Hábitat, una fecha para reflexionar sobre el estado de nuestros pueblos y ciudades y sobre el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. También tiene la intención de recordar al mundo que todos tenemos el poder y la responsabilidad de moldear el futuro de nuestras ciudades y nuestros pueblos, lo que implica también responsabilidad del sector turístico.
Este año, la Organización de las Naciones Unidas para el Hábitat (ONU-Hábitat) promueven la contribución de las tecnologías de vanguardia en la gestión sostenible de residuos para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11: ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
Más allá de los desechos sólidos, esto incluye todos los desechos producidos por la actividad humana (sólidos, líquidos, domésticos, industriales y comerciales), que continúan teniendo un impacto devastador en el cambio climático, la salud pública y el medio ambiente.
Las tecnologías de vanguardia tienen un inmenso potencial para mejorar la forma en que las personas trabajamos y vivimos, así como para acelerar significativamente los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y abordar el cambio climático.
El desarrollo de ciudades inteligentes puede, además, contribuir a abordar los complejos desafíos urbanos que enfrentan muchos destinos turísticos en todo el mundo. Los temas más críticos en sostenibilidad, accesibilidad, gestión urbana, innovación y tecnología, destacan la importancia de incluir el turismo en la agenda más amplia de la ciudad como un medio para hacer que el turismo sea un verdadero contribuyente al desarrollo de ciudades inclusivas, resilientes y sostenibles.
Avances tales como la automatización, la robótica, los vehículos eléctricos, las tecnologías de energía renovable, las biotecnologías y la inteligencia artificial, posiblemente puedan transformar los ámbitos sociales, económicos y ambientales.
Así, ofrecen las mejores soluciones, más baratas, rápidas, escalables y fáciles de usar para los problemas cotidianos, incluida la gestión de residuos y el manejo de hábitats frágiles y atractivos turisticamente (playas, bosques, manglares, arrecifes, etc.).
La tarea que tenemos por delante es aprovechar las tecnologías de vanguardia para lograr una gestión turística sostenible y un manejo adecuado de los residuos al tiempo que se mitigan sus posibles consecuencias económicas, sociales y políticas adversas.
El reto es claro, al igual que el compromiso de la industria turística.